Si quieres tener un negocio exitoso, debes saber a quién le vendes, quién es tu cliente ideal.
Eso no está en discusión.
Si no sabes eso, todos los esfuerzos que hagas generando contenidos, publicando anuncios en Facebook y Google Ads, o creando artículos para tu blog, servirán de muy poco.
Pero del otro lado de la balanza está algo igual de importante.
Que tiene los mismos efectos negativos de no conocer a quién le hablas.
Déjame contarte algo para explicar a que me refiero.
A veces cuando navego en Facebook, me encuentro con publicaciones de amigas, primas o conocidas.
Publicaciones en las que ponen fotos de hombres altos, guapos y musculosos.
Hombres que les llevan serenata, que cocinan para ellas, que les planchan la ropa, que son románticos.
Y casi siempre tienen frases del tipo: «Necesito un hombre así en mi vida.»
Seguro que conoces a alguien así.
Claro, que mujer no querría eso. Si yo fuera mujer también querría eso. Por suerte mi esposa ya me tiene a mí, jajaja.
Bueno, retomando. Las chicas que hacen ese tipo de publicaciones tienen muy claro que tipo de hombres quieren en su vida. Pero me pregunto sí también tendrán claro que antes deben ser la mujer que atraiga a ese tipo de hombres.
O por el contrario, son más tóxicas que caldo de murciélago y solo son deseos al aire.
Y los hombres tampoco se salvan de cosas así. Tengo un par de amigos que publican fotos de mujeres regalando al novio un play o un pack de cervezas, o ambos.
Con la frase: «Una novia así por favor.»
Suerte con eso. Y digo suerte porque los conozco y sé que no son el tipo de hombre que atraería a ese tipo de mujer.
Piden pero no están dispuestos a dar.
¿Y qué tiene que ver eso con los negocios online?
Pues que lo mismo pasa cuando se trata de tu cliente ideal.
Esta bien que tengas claro a quién le hablas, quién es ese cliente que quisieras para tu negocio. Pero ¿eres el tipo de negocio capaz de atraer a ese tipo de clientes?
Te lo digo porque muchos negocios están igual que esos amigos y amigas publicando en redes sociales a su hombre o mujer ideal.
Tienen un cliente ideal.
Un cliente que no interfiere con el trabajo, que deja todo en sus manos y confía en lo que hacen.
También un cliente que pague a tiempo, o aún mejor, que pague de forma anticipada.
O quieren un cliente que pague lo justo por un servicio o producto de calidad. No quieren clientes que paguen poco.
Pero luego, estos mismos negocios dan ofertas cada dos por tres, o en el cumpleaños de la abuela del fundador, o cuando hay luna llena.
Estos mismos negocios modifican los plazos de entrega a petición del cliente, aunque eso conlleve un mayor gasto o retrasar proyectos con otros clientes.
Son estos mismos negocios los que dicen que sí a todo lo que el cliente pide, sin importar lo descabellado que sean.
No es de sorprender que no consigan los clientes que quieren.
Porque como conocer a quién le hablas y que tipo de cliente quieres, es tan importante como ser el tipo de negocio que ese cliente está buscando.
Y no me refiero a que cambies tus procesos, tu producto o que empieces desde cero, nada de eso.
Ser el negocio que quiere tu cliente ideal va de algo mucho más sencillo.
Va de saber comunicar.
De saber como llegar a ese cliente.
Y de saber como venderle.
Y claro, ser congruente con esa comunicación.
Si en tus presupuestos o en tu web dices que no aceptas pagos en plazos, pero luego llega un cliente que te ruega por eso, y tú accedes, ahí no hay congruencia.
Sigues siendo el tipo de negocio que NO atrae a tu cliente ideal.
Sigues quedando fuera.
Por fortuna, los textos son lo más sencillo de cambiar en un negocio.
Aunque claro, requiere de trabajo y esfuerzo. Dije sencillo, no fácil.
P.D. Y si cambiar tu comunicación para convertirte en el tipo de negocio que ese cliente ideal tuyo busca es lo que quieres, en mi newsletter enseño mucho de eso, a como comunicar para ganar autoridad y persuadir.
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